sábado, 10 de julio de 2021

Bukele, no contaba con la realidad🤭

Bukele, no contaba con la realidad

Las redes sociales se han convertido en algo indispensable hoy día. Además que sirven para conectar personas sin importar la distancia que los separa, ellas nos permiten con relativa facilidad crear vínculos y relaciones rápidas sin obstáculos físicos. Es asombrosa la facilidad y la rapidez con la que se puede llevar acabo interacciones entre individuos, grupos y organizaciones. Pero no todo es positivo. En muchas ocasiones éstas plataformas se convierten en sitios perfectos para la desinformación, la falsa amistad, los pseudodebates, la extrema vulgaridad y muchas otras cosas desafortunadas. Conviene decir que las redes sociales, a pesar de lo positivas que resultan en muchos aspectos, han contribuido de manera significativa en el aumento del autoengaño, dando pie así a la posibilidad de que muchos individuos idealistas intenten, por medio de ellas, negar su realidad. Creer que es posible engañar a la realidad es autoengaño.


Hace tiempo recibí la solicitud de amistad en Facebook de una persona que vivía en Bellmore y que estaba interesado en la misma temática que yo, por lo que le respondí y me hice amigo de él en esa plataforma. Ciertamente sus publicaciones, a veces largas o lacónicas, eran impresionantes y sus artículos siempre estaban bien redactados y eran sobre temas de actualidad. Era una persona muy sobresocializada. Por las fotografías que subía constantemente en las que se veía a un sujeto bien musculoso, supuse de forma apriorística que era un individuo que visitaba de manera frecuente el gimnasio. Pero toda esa realidad que me había formado de su persona se desmontó cuando accidentalmente nos encontramos en un centro comercial. Era una persona extremadamente lánguida y de una personalidad introvertida inclusive más que la mía, que es el colmo. Seguramente su más dorada ambición era negar su apariencia física poco agraciada y facebook le permitió eso. No lo juzgo por su apariencia física, sino más bien por su intento de negar la realidad. No hay duda que Facebook, como muchas otras redes sociales, son usadas por numerosos usuarios para negar la realidad que los determina.


Muchos usan éstas plataformas para retorcer la realidad. Se construyen una realidad y una faz a imagen y semejanza de su ego y luego con la ayuda de ciertas aplicaciones la filtran y la publican en su red social favorita. Pero ¿puede ser retorcida la realidad en sí misma? Los idealistas creen que sí.


Alguien que ha sabido, de manera consciente, sacarle provecho a las redes sociales sobre todo a Twitter y, en menor medida, a Facebook es el actual presidente de El Salvador. Las ha utilizado para generar polémicas innecesarias, mentir compulsivamente, engañar a las ignaras masas, engordar su ego y fortalecer su populismo; en fin, para negar la realidad.


A través de las redes sociales y su panfleto Diario El Salvador el presidente y su Ministro de Seguridad intentan alterar la realidad. Por ejemplo tratando de hacer creer a la población civil que la violencia ha sido controlada por las fuerzas de seguridad del actual mandatario. Sin embargo, el aumento de las desapariciones que está teniendo lugar, las monstruosidades de Chalchuapa, el aumento de los feminicidios y muchos actos de violencia demuestran irrefutablemente que el famoso Plan Control Territorial es anzuelo y cebo para los incautos e ilusos.


El presidente puede crearse su propio mundo y su propia lista, negando la que prueba los actos de corrupción de sus propios funcionarios. Esto tarde o temprano le traerá consecuencias; pues en algún momento las masas, —esperamos que así sea—, se llenarán de indignación y entonces aunque esté forrado de billetes y abstraído de bitcoins sentirá lo que hoy siente la oposición: rechazo y repudio social. Alguien puede engañarse a sí mismo y a los hombres y mujeres masas que lo rodean sin embargo es imposible engañar a la realidad. Por más éxito que tenga una mentira tarde o temprano será refutada por la realidad.

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