domingo, 2 de agosto de 2020

Corrupción y Seguidores de Bukele

Imagen de Kevin Schneider en Pixabay 


La popularidad de Bukele y el alto grado de aceptación entre sus seguidores es, sin duda, innegable, así como de carácter asombroso. No queda duda que desde hace mucho superó en popularidad a Funes.  Sin embargo, no es de ese curioso fenómeno que quiero ocuparme en este breve escrito, lo que aquí realmente me interesa es clasificar a sus seguidores, pues aquellos, como veremos, no son un todo homogéneo. Pues bien, los seguidores de Bukele se podrían clasificar en cuatro grupos: los ilusos, los incautos, los resentidos y los vividores.


     Ilusos    

                                      

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      El primer grupo o caterva de soñadores —dignos de compasión como los otros tres grupos— creen absolutamente todo lo que el presidente Bukele dice. Como es del dominio público, “el gobierno del presidente Nayib Bukele no tiene registro del uso de $30 millones de dólares que fueron donados por el gobierno de México en el año 2019 para implementar en El Salvador el programa Sembrando Vida” (Liberal, 2020). A ello se suma quizá el caso más sonado de todos, el viaje del Director de Centros Penales en avión privado a México; esa cuestión sigue siendo un enigma. No obstante, este grupo de personas embaucadas, incapaces de ver más allá de sus quimeras, se mantienen tozudamente fieles a él y a su partido. Este grupo de seguidores ilusos, por colosales que sean los indicios de corrupción de éste presidente, no quieren saber la verdad objetiva acerca de él y de su partido. La corrupción en ésta administración   —se estiman aproximadamente 20 casos— es repugnante. Los caminos que ha decidido seguir son peores que los del pasado. Si en un periodo de tiempo relativamente corto se han dado todas estas irregularidades; imagínense lo que ocurrirá en un futuro no muy lejano.

 

Incautos 


    El siguiente grupo es el que, a pesar de la poca transparencia de este gobierno, cree ciegamente en la buena voluntad de aquel. Estas personas piensan que todo lo que hace Bukele, por ser él quien lo realiza, es recto y noble. Sin embargo, todo lo que hace el fmln y los otros partidos es malvado, aborrecible e indeseable. A diferencia de los verdaderos integrantes del pueblo, que cuestionan el accionar político de sus representantes si aquellos no muestran la suficiente transparencia en su ejercicio del poder, este grupo bukeliano da por hecho la buena voluntad de aquel; esto, en todo caso, sin tener la evidencia suficiente a su favor. Pero como son unos cándidos, se tragan todas las mentiras de mal gusto de Bukele.


 Resentidos 


    La próxima categoría incluye a todos aquellos que, a pesar de ser conscientes de las constantes y sonantes irregularidades de la actual administración, no se pronuncian pues su resentimiento (ya sea con ARENA o el FMLN) ha calado tan profundamente en sus entrañas que no se los permite.   En este grupo, además, se pueden identificar numerosos exguerrilleros cuyo odio con el FMLN, por no haber cobrado quizá la suficiente relevancia que anhelaban en tal recinto político, no parece tener límites. Por ejemplo, basta mirar un poco en las redes sociales cómo Facebook o twitter para darse cuenta de cómo muchos exguerrilleros sin ningún tipo de pudor moral o intelectual defienden a capa y espada el actuar político del presidente. A diferencia de los verdaderos revolucionarios, a éstos traidores lo único que los mueve es su deseo morboso de ver despedazado y descuartizado totalmente al partido.  Su misma forma de proceder en el presente, revela a las claras las verdaderas intenciones por las que lucharon en el pasado.

 

Vividores 


    Por último, están los vividores. Estas personas probablemente no creen en absoluto en el proyecto de nuevas ideas, pero se adhieren a él, con extraña tenacidad, en busca de beneficios meramente personalistas. Por ejemplo, Walter Araujo y las otras dos mosqueteras, es imposible que de un día para otro sean 100% de nuevas ideas. Walter Araujo, que ha cobrado enorme popularidad y liderazgo entre los círculos eruditos y peritos de nuevas ideas, se ha acostado con casi todos los partidos políticos de derecha: es un prostituto político. Es evidente, después de todo lo mencionado, que sólo los ilusos, los incautos y los resentidos pueden creer en la buena voluntad de Bukele, Walter Araujo y de las dos mosqueteras.


 Conclusión 


    Finalmente, los ilusos seguirán soñando y esperando que las promesas y palabras embaucadoras del presidente se materialicen, los incautos seguirán tolerando la poca trasparencia del presidente, los resentidos seguirán alimentado toda esa podredumbre interior y los vividores seguirán buscando lograr obtener un puesto político, pero los ciudadanos críticos, que son los que conforman el verdadero pueblo, se mantendrán siempre despiertos y listos para  señalar las distintas irregularidades de cualquier político.

 



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