1.El fetichismo de Hobbes
2.Fetichismo teórico en Hobbes
2.1.Materialista
2.2.Nominalista
3.Tipos
3.1.Lógico
3.2.Ontológico
3.3.Ideológico
4.Bibliografía
El fetichismo de Hobbes
Para comprender mejor el fetichismo de Hobbes, es requerido aproximarse aunque sea escuetamente a su muy conocida doctrina sobre el estado. En su famosa teoría del estado primitivo natural y el contrato social político nos ofrece una visión general de como a él se le presenta el campo político y el ser humano en general.
Es cierto que los elementos fundamentales de esa teoría, definitivamente,
no pueden ser tomados como verdaderos, sólo sirven para dar un
interpretación, a través de un enfoque mítico, teórico del estado.
(a)
El estado primitivo natural
El panorama que nos presenta Hobbes a cerca del ser humano resulta tétrico. Esta visión sobre aquel genera la sensación de que la nota que supera toda otra es el egoísmo desbordado. En este estado, —que reside naturalmente sólo en la mente morbosa de él, pues no pienso que en la realidad de los hechos tal cosa haya sido así—, el ser humano actuaba como un animal, sin manifestar su diferencia específica, la racionalidad, regido sólo por el egoísmos infinito y los instintos más animalescos, lo que le permitía sobrevivir.
Dado que el ser humano estaba al nivel de los animales en irracionalidad
y violencia, resultaba pues por lo mismo peligroso estar a su alrededor.
Según Hobbes, la naturaleza le ha dado a cada persona, pues en todo ser
humano es inmanente el instinto de sobrevivencia, el derecho a todo
Este estado de cosas, a pesar de que les permitía a los hombres y mujeres
la libertad de hacer lo que quisieran y pudieran, no resultaba muy
deseable; era, para él, una anarquía total y, en ese sentido, peligrosa.
El derecho a la violencia era al parecer el único recurso para sobrevivir.
El miedo a perder la vida parece haber sido el amo y señor en una
atmósfera de esa naturaleza.
Por esa razón, éste estado, debido a la desorganización y a la dictadura del instinto, no parece que fuera bueno para todos: el peligro acechaba como tigre hambriento por doquier. Además, no parece que fuera práctico, pues donde hay miedo en abundancia, a pesar de que se logren grandes empresas, no puede haber felicidad.
La ilimitada cantidad de derechos, equivalía, según Hobbes, a no tener ninguno. Si alguien era lo suficientemente fuerte, podía conseguir sin mayor dificultad más cosas útiles indispensables para conservar su vida por un periodo más prolongado que los demás, los débiles. Era el más violento el que lograba permanecer por más tiempo en ese valle de lágrimas sobre todo para los más débiles. En este estado de cosas, caótico e indeseable, cada quien era su propio juez. Este estado de tensión permanente y de cero instituciones era una especie de guerra de todos contra todos.
Esta perspectiva sobre el ser humano quizá la haya tomado del pensamiento
sofista. El individualismo y la ideología de poder, ideas con las que
suscribe Hobbes totalmente, es una característica del pensamiento
sofístico
(b)
El contrato social
En estas condiciones, como hemos visto, no es posible que las
potencialidades de los miembros del grupo puedan ser actualizadas
plenamente. Por esa razón, los miembros de esa sociedad primitiva
decidieron consensualmente poner fin, por el bien personal y colectivo, a
este estado de cosas mediante el contrato social político. Los miembros
del grupo, al percatarse que su vida en vez de florecer se iba marchitando
por la anarquía imperante, decidieron libremente, en aras de lograr
condiciones materiales y formales más viables para la objetivación de la
vida subjetiva y objetiva, renunciar a sus derechos naturales; se eligió
una asamblea de hombres y mujeres libres de la cual surgió un orden, un
derecho, una costumbre y una moralidad
Hobbes sostuvo que, aunque esto suene exagerado a un espíritu libre y
agudo, el estado debe ser absoluto, omnipotente y tener poder para
determinar lo que es bueno y lo que es malo por sí mismo
El estado, es a su juicio el único Absoluto. Es la única, y aquí se puede
ver meridianamente el fetichismo de Hobbes, fuente del derecho, de la
moral y la religión. Él, como es fetichista, cree que una vez que las
personas renuncian a sus derechos y crean una asamblea para constituir el
orden, las costumbres y la moralidad éste existe, el estado, como una
entidad externa que tiene existencia propia; es decir, se des-relaciona al
estado con las personas y aparece éste como fundamento de sí mismo, pero
en realidad es algo fundado. Hay que decir esto: el estado de cosas que resulte de esa transformación
del poder negativo, el fundamento, en poder positivo, el poder institucional, del pueblo, es una creación
del pueblo y por tanto la creación debe de estar al servicio del pueblo y
no el pueblo al servicio de la creación.
Hobbes sabe que el estado es un cuerpo social artificial. Él lo considera
como un “hombre artificial”
Fetichismo teórico en Hobbes
a)
Materialista
Desde muy joven Hobbes mostró fuertes señales de ser un materialista. De
hecho, en el comienzo del Leviatán, declara explícitamente su partidismo
materialista
b)
Nominalista
Por otro lado, Hobbes, fue un nominalista público. Para Hobbes como
nominalista que era, “no hay nada universal, excepto nombres, y sin
palabras no podríamos concebir las ideas generales. Sin lenguaje, no
habría verdad ni falsedad, pues verdadero y falso son atributos del
lenguaje”
a)
Lógico
El fetichismo teórico de Hobbes se presenta asimismo en el terreno
práctico. En el campo de la política, como sabemos, toma como punto de
partida de la política
el individuo y olvida a la comunidad. Hobbes no es capaz de ver más allá de los individuos “ve nada más partes y sumas,
agregados causales, nunca totalidades formadas”
b)
Ontológico
Para Hobbes después de que se ha superado la anarquía total gracias al
poder que ejerce el soberano elegido, hay un estado. Este estado, que es
un dios mortal
c)
Ideológico
Finalmente, Hobbes al otorgarle poder ilimitado al soberano invierte el sentido propio de una institución. Sostener que el ser humano debe estar al servicio de una institución es falsear la existencia contingente de una cosa o institución creada con fines meramente sanos y conferirle un estatus divino.
Las instituciones, de la naturaleza que sean, responden a necesidades históricas y deben ser vistas como simples medios para alcanzar fines específicos, en último término están en caminadas: a afirmar, facilitar e incrementar la vida humana; presentarlas como absolutas y des-relacionarlas del operar humano es fetichismo. Aquellas no son naturales y por lo tanto pueden ser, si es requerido hacerlo, modificadas.
Naturalizarlas, desconectarlas de la realidad concreta, es un acto de fetichismo. Ante ellas los seres humanos no pueden arrodillarse, pues son creaciones, son cuerpos históricos, no cuerpos naturales surgidos de la nada. Es verdad que Hobbes reconoce el carácter histórico de la supuesta reunión de mujeres y hombres la cual tenía un fin bien específico: lograr elegir a un soberano que pusiera fin a la guerra de todos contra todos.
Este soberano alcanzaría la armonía social. Sin embargo, él sostuvo que los individuos deben someterse al soberano, quien debe de tener poder ilimitado, pero este soberano o cuerpo social, es una institución, creación del ser humano, y por lo tanto los hombres y mujeres no deben postrase ante ninguna institución.
El sujeto histórico que nos presentó nuestro filósofo, al final, sin
saber cómo esto ocurrió, devino divino, es decir natural y con existencia
propia.
Bibliografía
Hirschberg, J. (1972).
Historia De La Filosofia (Tomo II) . Barcelona: Herder.
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Russell, B. (1946).
Historia de la filosofía occidental . Argentina: Espasa-Calpe
Argentina.
Vargas, J. A. (2004 ). Límite. Retrieved from EL PROBLEMA
DEL NOMINALISMO EL LENGUAJE EN HOBBES:
https://www.redalyc.org/pdf/836/83601105.pdf
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