lunes, 26 de octubre de 2020

Un dardo al corazón felón

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Toda dictadura es indeseable, ya que las bases que sostienen todo su edificio son los peores defectos humanos. Dejar la constitución en el ataúd junto a la tumba asquerosa y de naturaleza repugnante de Augusto Pinochet —la manifestación más evidente de la maldad que puede habitar en un corazón humano—surgida de sus entrañas miserables constituye ya una gran conquista. Dejar en el pasado la constitución heredada por este sujeto de perversidad aterradora es un gran paso en dirección correcta; en fin, un ejemplo de dignidad. Chile es un país que ha sufrido la crueldad del neoliberalismo, cosmovisión anti-ética y completamente alejada de toda virtud moral, y por ello está dispuesto como muchos otros países dignos a enterrarlo. Es un gran paso histórico el que ha dado Chile para que los ideales plenamente revolucionarios, nobles y dignos de alabanza, que fueron sepultados vivos por la dictadura cobarde y repugnante resuciten de su tumba para mezclarse con los ideales que hoy siguen atizando los movimientos sociales del presente como el feminismo y los diferentes movimientos sociales que exigen reivindicaciones reales. 

La hegemonía ideológica, un concepto de ruptura by Víctor Salmerón on octubre 17, 2020 in Antonio Gramsci, Hegemonía, Marx

A los acontecimientos anormales que han estado acaeciendo recientemente en chile hay que prestarles la debida atención: el neoliberalismo, como se ha visto últimamente, no es imbatible como muchos de sus sacristanes quieren que lo creamos; es posible —mediante la organización popular, la lucha sistemática por objetivar los anhelos más profundos del espíritu revolucionario, la claridad teórica y sobre todo las ganas de vivir— ponerlo en crisis. Los pueblos centroamericanos, sobre todo El Salvador, deberían seguir el mismo ejemplo, sin lucha, sin ganas de vivir, no hay conquistas.


Las políticas rígidas y dogmáticas del neoliberalismo y peor las del neofascismo son incapaces de responder adecuadamente a las demandas más elementales de la clase proletaria, la profunda crisis social que se ha originado con la pandemia global de la covid19 es una prueba irrefutable de ello. Esos modelos inmorales, salidos de las entrañas sucias del capitalismo, que prefieren seguir amontonando abstracción, porque el dinero en sí mismo es abstracto, no son dignos de seguir siendo cosechados en los huertos de los hombres y mujeres de este siglo, son meros escollos.


Cuando el pueblo, la consciencia de la masa, el farol que disipa las tinieblas por donde el pueblo transita, lucha por vivir dignamente y objetivar lo que le niega arbitrariamente  el poder establecido, éste hace explícita  la violencia positiva, a saber, despliega los dispositivos de coerción para impedir que aquello se siga proliferando, cuando el estado sin hegemonía reaccione positivamente es decir  con violencia de todo género en contra del bloque social de los oprimidos, es señal que se está haciendo bien las cosas.

La hegemonía ideológica, un concepto de ruptura by Víctor Salmerón on octubre 17, 2020 in Antonio Gramsci, Hegemonía, Marx

Chile hoy nos recuerda que el espíritu revolucionario no está muerto como quieren que creamos los mediocres y los conservadores, adoradores del principio de identidad; está vivo y a la altura de los tiempos, hay que echarle leña al fuego para que dichas llamas inflamen los corazones revolucionarios siempre jóvenes pero sojuzgados por la miseria espiritual inherente al espacio y el tiempo del mundo neoliberal.  Los intereses de la clase dominante son absolutamente incompatibles con las aspiraciones plenamente humanas de la clase proletaria. Con ellos no se puede negociar, sino responden a la exigencia del pueblo, la nada creadora, entonces hay que actuar guiados bajo el espíritu revolucionario, lo más noble y lo más humano del humano, y luchar hasta la muerte si es necesario. 


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