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Odio, objetividad, pecunia, dogma y mala fe
El problema de gente como Edgar Joya y muchos otros activistas baratos de la actual administración que abundan como arenas en diversas plataformas, es que, como lo he venido repitiendo últimamente, odian al frente con un odio inconmensurable que a menudo vicia su lógica y buen razonamiento. Para que el análisis sea válido tiene que ser descriptivo o gráfico y no ser torcido a nuestro propio beneficio ideológico. Y un análisis frío, desapasionado y objetivo los puede llevar a despertar; y lo que muchos de éstos activistas ramplones no quieren es, en algunos casos, soltar la pecunia con la que son remunerados por ejercer prácticas troleras y, por supuesto, en menor medida el dogma con el que suscriben y alimentan, en niveles que desbordan lo increíble, su superficialidad. Lo del pasado es una cosa; de lo que se trata es de mejorar y transformar el presente, pero vaya transformación que se está llevando a cabo en el interior de las diferentes instituciones gubernamentales. La mayoría de los análisis políticos más lúcidos, sí, perdón lo dije, en El Salvador tienen como fundamento la mala fe, en el sentido sartreano.
Prácticas troleras
No me molesta para nada que alguien haga propaganda y sea un activista comprometido y consecuente. Lo que me revienta es que esa propaganda pretenda acceder a la esfera de la objetividad, donde lo primordial es la evidencia, los datos, los hechos. Los que son financiados para realizar prácticas troleras, deberían ser lo suficientemente honestos para aceptar que se prestan a tal baja actividad porque necesitan de esos recursos para suministrar el alimento y lo necesario a su familia. Una actitud como esa, a pesar de que no sea correcta, la aplaudiría.
Apologistas ¿pagados o de gratis?
Defender a este presidente después de lo realizado en estos pocos meses,
no es algo, a mi juicio, que obedezca a una genuina
razón. Un hombre con un poco de cultura, no podría prestarse a defender una
canallada como la actual. Pienso, y que es una hipótesis bastante
probable, que la mayoría de sus apologistas en redes sociales, me
refiero a los que tienen un nivel de educación más alto y una cultura
suficiente para poder identificar y determinar la diferencia marcada que
existe entre la mera propaganda y lo objetivo, están siendo evidentemente financiados por la actual
administración. Ya que habría que ser demasiado idiota para defender de
gratis a un hombre de la talla de Bukele: corrupto en el más alto
nivel.
La emoción, no la razón, como fundamento del análisis de muchos exguerrilleros salvadoreños
La mayoría de los análisis realizados por los ex guerrilleros, como Edgar, francamente ya no les presto ni la más mínima atención pues la base o el fundamento de ese razonar descansa en último término no en la razón, sino más bien en la pura emoción ordinaria. El resentimiento es la fuente en la que llenan sus cantimploras o depósitos ideológicos muchos ex guerrilleros, a quienes estimo y admiro, pero tendré que ser más amigo de la verdad y por eso pongo el dedo en la llaga, porque los admiro es que pongo en evidencia sus caballadas.
Ausencia de dignidad e ignorancia política
Por último, es una pena la falta de dignidad de algunos ciudadanos salvadoreños, los esquilman en la cara y, como faltos de yodo, aplauden. Es urgente, necesaria, una educación política a la altura, pues el analfabetismo político domina por doquier.
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